Caminos que unen y que separan; vidas que se cruzan en tu camino y dejen huella en lo que sos.
Agradecer por cada persona que, en su propio caminar, ha marchado junto a vos y te ha hecho quien sos en este preciso instante; agradecer por cada día de felicidad, de tristeza, de alegría y llanto.
Un abrazo, una llamada, un mensaje, una mirada; todos gestos que puedes usar para demostrar en estos días (y en todos los demás) que estas agradecido por los que te rodean y por aquellos, que aunque ya no estén, lo hicieron en el pasado.
Sean bienvenidos los días de jubilo y paz para el hombre, porque en estos días no solo se deben celebrar las religiones o los regales: debemos celebrar la humanidad.
Felices fiestas de deseo de todo corazón.
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