De hace un par de días atrás tengo
ciertas ideas y pensamiento en mi cabeza, no por alguna persona en particular,
sino tan solo como un tópico generalizado, acerca de cómo mi cambio físico afecto
como soy percibido por otros.
El cambio de percepción existe,
de ello no hay duda: yo mismo soy participe de ese cambio de percepción pues
ahora tiendo a verme diferente y actuar un tanto diferente derivado de la “confianza”
imbuida por mi nuevo yo. Por otro lado,
yo estoy muy consciente que el cambio es puramente físico pues, en el fondo,
sigo siendo el mismo tipo excéntrico, nerdo, introvertido y poco presto para
ciertas actividades de la vida humana.
Mi tren de pensamiento, entonces,
no se deriva en mi visión del yo por mi, sino en el cómo me ven por mi cambio
en el exterior y como, derivado de este cambio, cambia también el trato de
otros hacia mi.
Hago la aclaración de que no escribo esto con alguien en mente, pues es tan
solo una idea y no algo que, al menos de forma consciente y notoria, yo haya
visto que me suceda con las personas que me conocen de años atrás.
Obviamente la visión del sexo
opuesto varió, de eso estoy claramente consciente, pero no es la nueva ola de
personas a mí alrededor que me tienen pensando, sino las personas de mi pasado
y como el nuevo yo modifica su comportamiento; sin dar más largas, mi idea gira
en torno a como tomaría yo el que alguien que, en el pasado, no tenia
consideración alguna por mi persona ahora, debido al cambio, lo tuviera.
Si, lo se, un planteamiento harto
egocéntrico pero que imagino podría suceder —pero como lo he dicho, no ha
pasado— es que una mujer que previamente no tenia interés en mi, conociéndome en
mi estado físico más “débil” y siendo como siempre he sido ahora cambia su
mentalidad con mi nuevo y “mejorado” yo —mientras, por dentro, sigo siendo el
mismo que antes.
¿Acaso apreciaría este cambio de
actitud? En papel diría yo que no, pues
eso significaría que en mi punto más bajo fui hecho a un lado y, ahora, mejor,
se me considera otra vez; eso significaría que el interés no es por quien soy
—pues eso no ha cambiado— sino por como me veo; algo que debido a mi condición
pasada es algo que yo nunca considere —pues como yo podía juzgar solo por el físico
cuando nunca quise que se me juzgara así a mi.
Debo aclarar que eso es solo en
papel, probablemente en la realidad afectarían otros tantos factores poco lógicos
—sentimientos de antaño, deseos reprimidos, amores platónicos, sueños pasados—
que seguramente me harían pensar dos veces en cuanto a negar la posibilidad de
alguien que me busca solamente basado en el cambio físico que sufrí.
Pero al final, esto es tan solo
una idea y suposición, pues creo decir que nadie a mí alrededor caería en tal
situación pues muy bien saben que yo soy quien soy, gordo o delgado.