24 dic 2013
3 dic 2013
15 nov 2013
Una de esas lecciones que se aprenden probablemente a las malas -o nunca se tuvo la necesidad de aprender porque se nace con ello- es el darse la oportunidad de ser egoístas.
Suena extraño, lo sé, pero en reiteradas ocasiones ya he notado que muchas personas -su servidor incluido- tiene ese complejo de mártir tan enraizado en su forma de ser qué, con el afán de que otros estén bien, sean felices y no tengan pena alguna, están dispuestos a sacrificar una fracción (o una enormidad) de su felicidad propia.
No me malentiendan, no considero que eso sea una característica mala per se, pero en ocasiones si estoy totalmente convencido de que es necesario dejar de lado ese sacrifico y ser egoísta con nuestra felicidad. Renunciar a ella en pro de otros es algo loable, virtuoso y no libre de un porcentaje de sentimentalismo, pero asimismo es algo que puede convertirse en un elemento autodestructivo.
Pues, aun cuando los extremos son dañinos en toda circunstancia en la media en la que el martirio extremo es masoquismo en su máxima expresión -además de rara vez agradecido, pero esa nunca debería ser la motivación personal detrás del sacrificio-, el egoísmo absoluto lleva al propio aislamiento de aquellos que te rodean -de forma explícita y voluntaria como involuntaria por igual.
Es entonces que se propone la idoneidad de saber reconocer en que circunstancias se debe estar dispuesto a darlo todo y más por aquellos que uno quiere, aprecia o importan y cuando relocalizar esa importancia hacia adentro, hacia uno mismo.
10 nov 2013
4 nov 2013
29 jul 2013
En mis días el baile se ha visto redefinido a través de los ojos de muchos de igual número de maneras: algunos hace un trabajo de ello, otros tantos lo hacemos un hobby y otros mas viven y respiran música.
Los últimos toman esta pasión y la hacen suya -en niveles distintos de compromiso y apego-, una innegable e inherente parte de su ser.
El sábado 27/XII fui testigo de un despliegue de ritmos, de tonos, de pasos y cadencias pero mas qué eso fue un despliegue de pasión, sentimiento y vida. Un grupo de jóvenes y señoritas de distintas fondos y con caminos distintos se fundieron al son de Guatemala y al ritmo y palpitar de sus corazones.
Un saludo para ustedes, mi mas sincera felicitación y mi mas profundo agradecimiento por darme una perspectiva nueva de lo qué puede significar la danza cuando el ritmo qué la guía son los latidos del corazón.
11 jul 2013
Empiezo a sospechar que mis incursiones en las relaciones entre personas tomando el rol de cupido tienden a seguir un patrón curioso.
En las últimas ocasiones qué he llegado a ello, y qué, además, he tenido éxito se ha suscitado una curiosa situación: yo me he encontrado en una relación paralela con otra persona mientras intento ser el "cupido" de terceros. Lo cómico -o asi quiero verlo- es qué mientras la relación de los terceros florece la mía se cae en picada.
El problema con mi teoría es qué, como se imaginaran, no estoy realmente emocionado con el prospecto de recopilar mas evidencia acerca de estas casualidades qué puedan no serlo.
21 jun 2013
Estúpido corazón qué corre y late en arranque de frenesí; una percusión rítmica qué amenaza con reventar mi pecho desde adentro.
Ese estúpido corazón, ese débil corazón, ese patético corazón qué late por la imagen, el legado y el fantasma de aquello qué nunca fue.
11 jun 2013
En realidad nunca se deja el vicio atrás del todo...
Y esto qué nuevamente me veo en ese predicamento de dejar de fumar -para los qué no lo so sabían, comencé a fumar nuevamente hace seis meses- en situaciones harto similares a las mostradas en el caso anterior. ¿Qué situaciones? Pues el de tener qué librar la batalla solo y bajo grandes niveles de stress.
La diferencia, en este caso, radica en qué está vez lo hago por una razón mucho más egoísta qué la anterior -léase: por mi- y no por in falso sentido de pertenencia o aceptación.
Al final puede qué los motivos sean otros pero la batalla es cuesta arriba, posible y totalmente alcanzable, pero difícil de igual manera.
Esto puede qué no sea una novela de ficción o cuento de hadas, pero si el hombre común ha estado cerca alguna vez de pelear con demonios -acaso propios, acaso internos- debe ser como esto y nada más.
15 may 2013
Hoy, mientras visitaba Instagram, noté una foto con un mensaje especial, algo qué me impulso a contestarlo; la imagen hablaba sobre la monogamia y la ilusión de encontrar un amor verdadero cuando incontables parejas pasan por nuestra vida y su presencia se vuelve efímera junto al tiempo mismo. Mi respuesta, como no puedo evitar siempre entrometerme, fue la siguiente:
"Para ser honesto, nada en la existencia humana puede durar para siempre; nosotros mismos somos entidades finitas ¿cómo espéranos comprender, mucho menos experimentar algo como el "amor eterno"? Nosotros entendemos de límites, fechas y situaciones discretas. Asi como es la vida, asi es el amor.
10 mar 2013
Aun considerando esto, todas las variaciones han sido sometidas a cierta restricción que hace posible la sana interacción entre individuos, constructos sociales y culturales establecidos —forjados— a través de la (en ocasiones fallida) interacción de generaciones pasadas: paradigma.
Así que no llega a sorpresa alguna descubrir que en esta variación se hallan tales polos opuestos entre personas de un, aparente, contexto similar; todo normal el ver dogmáticos y escépticos conviviendo en una misma cultura y sociedad. Este aparente sincretismo —más allá de la potencia y alcance que este pueda tener— fue posible, en parte, debido a la constricción que dio cabida a través de un paradigma base que es el fundamento de las sociedades a través de los tiempos.
El cambio de paradigma, acaso uno de ellos se esté dando de forma tan marcada, sucede en los tiempos actuales gracias al escudo de anonimato que las redes sociales proporcionan al individuo; las constricciones basadas en la responsabilidad personal detrás de las palabras y acciones —el origen detrás del establecimiento de estructuras de comportamiento aceptadas— parecen desvanecerse tan rápido como las ideas y pensamientos se mueven en este mar de individualizaciones que permean las interacciones sociales en línea en los tiempos actuales.
Es de ahí que el dogmático y el escéptico sean más proclives a enfrentarse de forma directa, bélica y —tanto muy común— poco informada sin tener mayor temor de las repercusiones que defender su (aparente) punto puede conllevar al hacerlo de una forma incorrecta. Insultos, ofensas, falacias y “verdades exageradas” —léase: mentiras— son ahora armas muy comunes entre estos aparentes “enemigos” que se forman entre personas desconocidas.
Pero este problema no se limita solamente a las repetidas ofensivas entre dogma y escéptico, debido a esta ausencia en la responsabilidad de lo personal, también incluye el otrora conocido como ‘daño colateral’ en el cual tanto uno como otro se ve involucrado al ya no solo tratar de defender su punto sino adoctrinar —cual conquistador en nueva tierra— al vox populi ignorante de la verdad suprema y única.
Y es así como veo que el paradigma establecido en cuanto a las interacciones sociales se ve fragmentado —por suerte aún no de forma crítica— debido al poder que el anonimato le provee al individuo o grupo pues, sin importar el avatar o usuario que este como frente de las acciones, las repercusiones y responsabilidades por las palabras ahora ya no tienen el mismo significado que, en su tiempo, lo tuvieron en los casos de relación personal.
Llámenme anticuado o chapado a la antigua, pero jamás dejaré de creer que las palabras no conllevan una responsabilidad para quien las emite, no importando bajo que rostro ficticio se enmascare el emisor; palabras y acciones deben tener siempre consecuencia, pues en base a este precepto tan básico es como hemos evitado la completa aniquilación —figurativa o literal— de la cultura humana.
2 mar 2013
14 feb 2013
Ni el ser más estoico, aquel que se ha convertido en alguien tan cínico y frío respecto a tantas cosas involucradas con los sentimientos puedo justificar a toda consciencia que se le de un tinte tan miserable a un día que, analizado desde otro punto de vista, logra extraer en muchos un sentido más humano, más sensible y más brillante.
La bondad en este día es que, por la razón que fuere, los buenos sentimientos florecen en todos alrededor. Nada hay que despreciar en ello.