No soy muy apasionado de la política activa —digo activa porque todos, de una u otra manera hemos hecho política, acaso en el pequeño nicho, nuestro círculo social— pero el día de ayer una conmoción sacudió mi timeline en Twitter —dicho sea de paso, un término groseramente mal utilizado: solo nosotros podemos ver nuestro TL en su totalidad, así que es poco probable q seguidores, o terceros, vayan a tener alguna reacción hacia tu TL cuando, formalmente, solo podemos observar el nuestro—: Un debate presidencial entre los candidatos que lideran las encuestas públicas —palabras del moderador, no mías. La mesa/foro/debate consistía del Dr. Suger, el Dr. Caballeros, el Dr. Baldizón, el Gral. Pérez Molina y la Licda. Sandra Torres —entre a Wikipedia para confirmar su apellido de soltera y me encuentro con esta “bella” línea de introducción: “Prostituta número uno de Guatemala, especialmente caracterizada por su capacidad de manipulación, corrupción, falsedad y total irrespeto a las leyes del país. Es la ex-primera dama de Guatemala.”
Decidí tomarme el tiempo de observarlo, debido a que las elecciones que se nos aproximan han tenido un tinte particular de drama que es imposible, bajo todo concepto práctico, de ignorar; creo que solo obtuve de ello unos pequeños fragmentos de información y una ENORME cantidad de decepción de cómo se desarrolla lo política del país.
El Gral. y Sandra no hicieron otra cosa que tirarse indirectas, y directas cerca de la recta final del debate, durante todo el evento. En serio, fue algo sacado directo de una escuela primaria —creo que con eso insulto a los pobres pequeños que todavía tienen la capacidad de ser civilizados. Por otro lado, el Dr. Baldizón fue aparentemente mal informado, pues tengo la certeza que el señor pensó que se encontraba un mitin —meeting— frente a sus seguidores, porque no dejo de gritar durante todo el foro, cosa notable para los organizadores del evento que tuvieron que recorrer, considerando que decirle que bajara la voz seria harto irrespetuoso, a bajar el volumen de su micrófono a medio “discurso”.
No me he olvidado de los otros dos panelistas —Doctores Suger y Caballeros— pero su papel en este show fue mínimo, porque a diferencia de lo que pueda creerse, y como lo dijo un buen amigo mío, apuntar dedos y pedir disculpas por el show también roba cámara y gana un par de adeptos. Pero, a diferencia de los otros tres “panelistas”, ellos si presentaron propuestas un tanto más concisas —e increíblemente breves en el caso del Dr. Suger.
Entre los momentos cómicos del asunto encontramos:
Dr. Suger: Durante una de sus disertaciones se llevó más tiempo de lo usual, para lo cual el moderador tuvo que emplear un timbre, lo cual saco de concentración al Dr. A partir de ese momento, y hasta su última intervención en el foro, se dedicó a dar respuestas puramente puntuales —incluso numeradas—, creo que no pretendía ser interrumpido una vez más durante su turno.
Gral. Pérez: Tal como lo coloque en Twitter, el Gral. tiene la muy mala costumbre de comenzar todas sus disertaciones tal y como yo comienzo mis introducciones en reportes y trabajos escritos: SOLO PAJAS. Pareciera, en un principio, que buscaba la forma de esquivar la pregunta, pero tiempo después regresaba a ella, confundiendo a todo aquel que se dejó llevar por sus palabras iniciales.
Licda. Torres: Si, hasta donde tengo entendido es Licda. en Ciencias de la Comunicación; si a todos los demás les pongo título formal, ¿Por qué a ella no?. En fin, su momento cómico fue, durante una de sus disertaciones, utilizar material auxiliar didáctico —unos mapas para ser preciso. El primero de ellos lo coloco bien, pero al sacar el segundo, y debido a que en esa pequeña mesa que tenia de frente, obviamente diseñada con el solo propósito de sostener un vaso de agua, saca el segundo mapa, este colocado al revés; tardo un par de minutos en darse cuenta —principalmente porque el auditorio se rio al ver su error— pero siguió como si nada.
Dr. Baldizón: Como mencione antes, el doctor fue mal informado, pues pareciera estar en un meeting y no en un foro. Debido a esto se dedicó a gritar en TODAS Y CADA UNA de sus disertaciones, al extremo que los organizadores del mismo se vieron en la “dura necesidad” de bajar el volumen a su micrófono… mientras transcurría una de ellas.
Dr. Caballeros: Nada fuera de lo común, al final y al cabo creo que fue el que menos destaco por cosas “graciosas”. Lo más particular es que él, como todo buen pastor de iglesia, realizo sus palabras de cierre parado; fue el único que se puso en pie para terminar su argumento. Eso y, al igual que el Dr. Suger pero en mayor medida, se dedicó más que todo a leer y no a “recitar” lo que fuera que se tuviera que aprender, al riesgo de parecer poco preparado para el foro.
A pesar de tener su lado cómico, este foro sirvió para demostrar que los políticos tienen una noción un tanto distorsionada de cómo deben funcionar las campañas políticas que, robando las palabras de un amigo, debe ser: “Por qué se critican señores!? Por qué!? Yo quiero saber porque se considera capaz, no porque considera incapaz a otro”
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