24 dic 2010

Felices fiestas.

Añoranza, melancolía, tristezas y alegrías.  Durante esta época el corazón del hombre se ve cargado de miríada de sentimientos, tantas veces conflictivos entre ellos, existentes en nosotros desde siempre, pero que alrededor de estas fechas se amplifican y tienden a sobrecargarnos. 

Por otro lado, se presenta, en otros tantos, un aparente vacío sentimental, en donde las fechas “ya no tiene el mismo efecto de antes” y que, por variadas razones, en cada uno de ellos distintas, parecen drenar de significado estos días.

Sea como fuere tu caso particular, con el espíritu navideño como motor de empuje durante estas fechas o siendo una duda, un fantasma del pasado que parece no dejarte en tranquilad; te insto solamente a una cosa, algo que en días presentes pareciera una rareza, algo atípico y que al presentarse puede dejar en otros dudas acerca de tus intenciones, te insto a que despiertes tu lado humano.

No hesites en hacer esa llamada, mandar ese mensaje, dar ese abrazo, devolver esa sonrisa, extender ese saludo o dedicar ese pensamiento, porque, por sobre todas las cosas, en estos días tienes la excusa perfecta para poner en práctica la a veces anticuada idea de que el hombre, por naturaleza, encamina sus acciones hacia el bien.

Feliz fiestas para todos.

Que la pases de lo mejor.

12 dic 2010

Un brindis por lo que fue, lo que es y lo que será.

[ Dedicatoria especial para: Alejandra Santizo, Andres Forno, Diego Ramazzini, Jennifer Rodriguez, Jose Roberto Sampuel y Josue Utrera ]

Por lo que fue:
Un grupo de desconocidos —en su mayoría— que por distintas razones nos encontramos en la posición de andar un camino común, aunque separados por rutas de vida distintas, llegando a la encrucijada de enfrentar un nuevo reto.  Hasta cierto punto, como individuos solitarios nadando en aguas desconocidas, con plena conciencia de la existencia de otros tantos seres alrededor; tan cerca pero a la vez tan lejos de uno y otro, como para buscar una luz en común. 


Por lo que es:
Durante la travesía, en distintos tramos, nos topamos con almas que resonaban afines a nuestro ritmo; compartiendo intereses, precariedades, dificultades, altos y bajos.  Un camino en donde el apoyo de uno y otro se convirtió, no en un accesorio, sino un elemento más de nuestra existencia en este mar cada vez más familiar.  En este camino nos encontramos como grupo, en distintas etapas, con distintas mentalidades y actitudes, topándonos en ocasiones como amigos de tiempos antaño o como conocidos con un amigo en común.  Durante nuestro tiempo se forman lazos de amistad que van más allá de un curso —clases, en este particular caso— en común y que representan en nosotros esa capacidad del ser de compartir nuestra esencia, aun resguardando todo aquello que simplemente pertenece a nuestra privacidad.


Por lo que será:
Convirtiendo esos mares inciertos en rumbos nuestros, nos vemos, como un reflejo de un pasado un tanto distante, en una encrucijada más.  En esta encrucijada, con un futuro profesional por delante, nos vemos en la necesidad de una vez más partir por caminos distintos, por aquellos rumbos que, de forma personal, nos llevaran hasta el perfeccionamiento del ser —o tan cerca de él como nosotros estemos dispuestos a llegar—.  Con los recuerdos frescos de aquellos días en los que se compartieron risas y lagrimas, alegrías y tristezas, penas y triunfos; recuerdos que quedaran plasmados en nosotros, así como plasmada queda aquella resonancia que nos unió en este camino, que represento la convergencia de seres desconocidos, formando una amistad, una familia, sobre la cual se fundaran éxitos futuros.

Brindo por los caminos que nos trajeron hasta acá; brindo por las experiencias que nos unieron; brindo por los momentos que nos mantendrán como un recuerdo cálido y placido en nuestra mente y corazón.

Brindo por ustedes, compañeros… no, brindo por ustedes, AMIGOS Y HERMANOS…

¡SALUD!

3 dic 2010

"El mundo no es de los buenos" he dicho muchas veces...

Mientras leía variedad de cosas en internet, encontré una página en particular que describe a un personaje que aparece en varios medios (tanto escritos, como televisivos e inclusive digitales), lo describen como “Knight In Sour Armor” (Caballero de armadura agria/amarga).

De forma resumida, es un tipo de persona que sabe que el mundo es un lugar lleno de gente insensible, que los seres humanos son unos bastardos, pero que de alguna manera no puede dejar de hacer el bien -no puede dejar de ser una buena persona- no porque crea que pueda hacer la diferencia, sino porque realmente cree que esta es la forma correcta de actuar.  Descrito de otra manera, gente que comprende que “el mundo no está hecho para los buenos” o que “ser bueno apesta” pero que actuar de otra manera (es decir, no ser bueno) simplemente estaría mal.   Se rigen por el pensamiento de que, puede que el mundo sea un basurero, pero eso no significa que tengas la libertad de hacerlo aun peor.

Desde hace tiempo he jugado con esta idea de manera personal, por distintas razones, en las que creo que por mucho que trate de hacer lo correcto, de hacer el bien, simplemente las cosas no terminan saliendo como uno esperaría, al menos cuando tenía una visión más idealista de todo este asunto que la gente le gusta llamar vida.  Dentro de esta lectura, apareció una mención que me pareció interesante publicar aquí, pues… solo porque si. jajajaja


Los 10 mandamientos paradójicos.” Por el Dr. Kent M. Keith


1.       La gente es ilógica, no razonable y egocéntrica.  Aun así, ámala
2.       Si haces el bien, la gente te acusara de motivos alternos y egoístas.  Aun así, has el bien.
3.       Si eres exitoso, ganaras falsos amigos y verdaderos enemigos.  Aun así, se exitoso.
4.       El bien que hagas hoy será olvidado mañana.  Aun así, has el bien.
5.       Honestidad y franqueza te hacen vulnerable.  Aun así, se honesto y franco.
6.       Los más grandes seres con las más grandes ideas pueden ser negados por los más pequeños seres con las mentes más pequeñas.  Aun así, piensa en grande.
7.       La gente favorece a los desventajados, pero sigue solamente a aventajados.  Aun así, luchas por unos cuantos desventajados.
8.       Lo que tardaste años en construir puede ser destruida de la noche a la mañana. Aun así, constrúyelo
9.       La gente realmente necesita ayuda pero no dudaran en atacarte si los intentas ayudar. Aun así, ayuda a la gente.
10.   Dale al mundo lo mejor de ti y te patearan mientras estas en el suelo.  Aun así, dale al mundo lo mejor de ti.

26 nov 2010

El problema que no se aprecia claro, nada claro.

Aceptar el problema, como el primer paso de la solución, se me antoja harto difícil. Sin embargo, no hay otra forma de tacklear el asunto.

Dicho eso, ¿que hacer cuando no estas seguro de cual es el problema? Es decir, sabes que existe, porque lo sentís, pero no te terminan de convencer las mil y una alternativas que tu cabeza crea para llenar ese requisito. Y es allí cuando se complica todo.

Una de dos: O lo dejas ir -eventualmente se te olvidara- (esencialmente ignorando el problema) o seguís buscando el origen hasta encontrarlo y lidias con él hasta que lo superes. ¿qué hacer? ¿huir por la ruta fácil o complicarte la existencia? En mi caso, conociéndome...

...otras mil razones no suenan a tantas, al menos no a estas alturas. jajajajajaja

20 nov 2010

Me pregunto qué es peor: ¿sufrir por ese alguien? o ¿saber que no tenés nadie por quien sufrir?

Y todo viene a que, si bien el primero es un "sufrimiento" más visceral, dado a que tiene un punto de enfoque claro, implica de alguna manera que debe de haber una razón de ser por la cual se está sufriendo, algo que dio la chispa de ignición, una señal, algún gesto que te hizo comenzar ese calvario personal 

Por otro lado, ¿que se tiene cuando no tenés nadie por quien sufrir? Paz mental, sería la respuesta de muchos, y tal vez sea cierto, pero más allá de eso también un vacio, el vacio que se ve impulsado por el deseo natural del hombre, por ese instinto de ser sociable, esto sin considera que la presión social que se ejerce sobre el individuo hace que vea la soledad como algo “no normal”. No se que será mas fácil de aguantar. 

Al final de la situación, todo depende de hacia donde este la mentalidad del individuo en cuestión, si crees que el sufrimiento por ese alguien vale la pena o no y, en el caso contrario, si el no tener a ese alguien, a ese punto focal, se puede traducir como una especie de libertad.

Mi duda surge porque, gracias a Twitter –que resulto siendo una herramienta de terapia/confesionario personal para otros individuos aparte mía– he visto como hay personas que sufren por una persona en especial, al punto de que uno termina compartiendo su pena.  El otro aspecto es algo muy personal, porque al final del día no creo poder considerar a alguna chava en particular por la qué, en estos momentos, pueda decir que esté sufriendo, este extrañando o simplemente anhelando.

19 nov 2010

La futilidad de que el hombre cuestione lo divino

Desde hace mucho tiempo me ha parecido curioso como mucha gente decide dejarle a Dios el control de todo lo que sucede en su vida, cosa que respeto pero que de ninguna manera comparto. El oír “Así lo quiso Dios”, “Primero Dios…” o “Dios sabe por qué hace las cosas” y demás formas de darle un sentido sobrenatural/divino a situaciones sobre las cuales, en su mayoría, ellos mismos tienen el control.  También he visto mucha gente cuestionar el por qué Dios hace las cosas, el por qué se lleva a gente buena y deja a los malos, el por qué le da cosas a los que “no se lo merecen” y a los buenos los deja en el polvo… en fin, el ser humano siendo humano y tratando de cuestionar acciones que están fuera de su alcance y entendimiento.

Leyendo en un foro, una discusión que normalmente tiende a desbordarse en insultos, apareció este pequeño fragmento que expresa mi posición en la situación de forma bastante apropiada; el tema era “Confirma o Deniega: El Dios Judeo-Cristiano es un jodido” (en este caso la palabra que usaron, en ingles, es Jerk, que significa malvado, grosero, de actuaciones bastardas y ofensivas).  Entre las distintas personas que lo confirmaban y lo denegaban se presento lo siguiente:

“Todo este argumento es estúpido porque, si el Dios Judeo-Cristiano existe, tal Dios no puede ser sujeto a nuestros estándares morales.  Un ser omnisciente y omnipotente como Dios puede hacer lo que le parezca conveniente y el ser omnisciente obviamente sabe las consecuencias de sus acciones. Entonces El tiene todo planeado perfectamente.  Tal vez ustedes no lo vean como perfecto detrás de tus anteojos morales pero, ¿quién eres para cuestionar lo que un ser todo poderoso hace?”

Aclaro que, en mi caso personal, considero la parte que dice “El tiene todo planeado perfectamente” no significa que, por lo mismo, nuestras acciones aquí no tengan mayor sentido en el gran alcance de la imagen, porque si todo se estuviera predeterminado, ¿Qué sentido tiene, entonces, que nos hayan brindado el libre albedrio?  Pero mas alla de eso, el resto del fragmento me parece una forma increíblemente brillante de representar como nuestro intento de cuestionar las acciones divinas es simplemente algo que no tiene sentido alguno.

5 nov 2010

Cada vez mas cerca de un nuevo camino. ¿O es el mismo camino de siempre?

Estoy a pasos nada más de completar una meta mas, el día de hoy llegue al último día donde veré a la U como la vi durante estos últimos 5 años.  Años en los que crecí como persona, en los que aprendí tantas miles de cosas y en las que… y en las que, después de todo lo dicho y hecho, al final no cambie en mucho.

Parecerá rara la intención de comenzar una entrada de esta manera, pero no puedo sacudirme de la cabeza esa sensación de que mucho del “movimiento” que creí haber hecho durante estos años no fueron más que cambios de carril, pasos laterales o reajustes, pero que en realidad no se completo gran avance en ciertos aspectos de mi persona.

Si, por supuesto, en el frente académico no puedo negar que avance, que crecí y que aprendí tantas cosas que nunca hubiera supuesto de su existencia, sin embargo siempre he tenido la pre concepción de que soy un teórico a morir, que a pesar de tener cierta “facilidad” para aprender, leer, memorizar y contestar un examen, ciertos aspectos de esas capacidades tienden a no transferirse de forma tan fluido al mundo practico.   Es que, ¿Cómo explicar que después de 5 años sigo sin sentirme listo para salir al mundo real?   A pesar de todo, considerando todo lo que pude aprender, siento que no estoy preparado EN LO ABSOLUTO para enfrentarme a ese ambiente hostil que es la vida real, el salir de esa burbuja de amigos, conocidos, hojas y apuntes que me ha protegido desde hace demasiados años ya.  ¿Cómo superar ese miedo al fracaso?

Considerando que mi vida en el aspecto académico está llena de dudas y tomando en cuenta que es aquel aspecto de mi que considero más avanzado, el más fuerte y robusto… Dios, ¿Cómo encarar todo aquello en mi que considero, a titulo muy personal, como mi punto débil?  Es precisamente con esto en la cabeza que puedo asegurar que en realidad no avance mayor cosa, que cualquier “crecimiento” que creí haber logrado no era más que una ilusión lateral, y que después de todo sigo siendo el mismo niño inseguro, sin confianza de sí, con demasiadas dudas en la cabeza y sin un rumbo fijo claro, sin saber el porqué de su existencia en este lugar.  Ese yo que no me ha dejado ser durante tantos años, ese yo que ha sido mi más arduo juez.  Ese yo invariable, estático, temeroso y falto de amor propio; dudando siempre de sí mismo, de su capacidad y de aquellas cualidades con las cuales me presento al mundo, por las cuales la gente, a pesar de ser quien soy, de ser como soy, sigue de alguna manera -un tanto inexplicable en mis propios términos- gravitando alrededor de mi.

¿Qué me depara este nuevo camino?  No lo sé; nunca fui bueno para ver a largo plazo, de allí porque pienso que, después de 23 años y un titulo a pocos pasos de distancia, sigo sin saber qué hacer con mi vida.

12 oct 2010

¿Simple ignorancia o completa ineptitud de nuestras autoridades?

En medio del fervor que generan las fiestas patrias (o la apatía y burla por parte de otros tantos) se genera una noticia un tanto –debería decir bastante–  desagradable lleno los titulares electrónicos de las distintas redes de noticias a nivel nacional informaron de un altercado en un concurrido centro comercial de la zona 11 capitalina (Tikal Futura).  Como era de esperarse, los detalles eran escasos, mas allá de lo que testigos en la escena podían describir dentro de su frenesí por escapar del lugar.

En el transcurso de la situación, reporteros de distintos noticieros (con sus respectivas cámaras) transmitían en vivo la extracción de ciudadanos que se encontraban dentro del C.C., al mismo tiempo compartiendo información de la posible cantidad de heridos, de la posible existencia de tiradores en la parte alta del edificio e incontables rumores trasladados a ellos por los poco fiables —debido a la situación, por supuesto— testigos que simplemente relataban lo que creían haber visto o escuchado.

Continúa entonces la incertidumbre de la situación, en la cual se vislumbra la posible fuente del enfrentamiento: Crimen organizado relacionado con drogas.  Se cuestiona a las autoridades acerca del asunto, dando Carlos Menocal, ministro de gobernación, declaraciones que aclaran el panorama detrás de tan impactante incidente.

El origen fue, increíblemente, una operación montada por esta entidad en la que pretendían aprehender a un supuesto narcotraficante requerido por la justicia extrajera.  Fuentes indicaban que este se hospedaba en el hotel adyacente al mencionado C.C. y que, cuando las fuerzas de seguridad se acercaban para ejecutar la captura, fueron repelidos por su cuerpo de seguridad, dando inicio a la situación en cuestión.

Esto coloca una seria cuestión dentro de mi cabeza, y aunque la respuesta parece ser clara como el agua, prefiero extenderme un tanto en la situación. Si esta operación estaba basada en información previa acerca de la ubicación y acciones del supuesto narcotraficante, ¿es acaso mucho pedir que nuestras autoridades utilizaran un poco de SENTIDO COMUN en la realización de dichas acciones?
Nos encontramos en medio de un asueto nacional, momento en donde las personas aprovechan el realizar actividades de ocio, incluidas entre estas el “salir a pasea”, visitar familiares o simplemente descansar; ¿es acaso difícil de suponer, entonces, que el flujo de personas en una área tan solicitada y publica como un centro comercial, iba a aumentar durante un día de asueto?

Dejemos por un lado el completo fracaso de la operación —porque déjenme aclararles que al final no logran el objetivo de capturar al narco— sino que sobre todo pusieron en GRAVE RIESGO la vida de cientos… de miles de personas que se encontraban alrededor del lugar.
Es simple, es simple y muy sencillo, no hay excusa para la total ineptitud que se presentan en los cargos que, en un caso ideal, están encargados de mantener la seguridad en el interior del país.  Es triste ver como las altas autoridades presentan una total despreocupación de los mismos ciudadanos a los que juraron defender.

No, no existe excusa para lo sucedido, no se puede argumentar ignorancia, no se puede argumentar que todo factor involucrado en la operación se tenía contemplado.  De ser esto cierto no existirían daños colaterales a transeúntes que solo tuvieron la mala suerte de encontrarse en el lugar equivocado a la hora equivocada.

Actuación inteligente: Un pensamiento.

Hoy mientras recibía mi clase de ética, poniendo atención solo por instantes, divagando en pensamientos en nada constructivos pero, tal vez, mucho más interesantes que cualquier cosa que el catedrático se empecinara en instruir halle una oportunidad de reflexión inesperada. En esos momentos de lucidez, note un titulo en particular que llamo mi atención: "Criterios para actuar inteligentemente".  Estos criterios representan pautas a seguir para poseer un actuar inteligente; es importante aclarar que en este contexto la inteligencia no se considera como la típica aplicación de ciencia y técnica, o una capacidad puramente mental, sino como la capacidad para poder distinguir entre la bondad y la maldad y actuar (en el caso particular de la plática de hoy, ayudar) de forma correcta y "eficiente" –me atrevo a usar eficiente en este contexto a falta de una mejor expresión.

En la diapositiva que presentaba, se observaban los tres primeros criterios:
  • Criterio de extensión: Identificar que acción beneficiara (o afectara) al mayor número de individuos.
  • Criterio de incidencia: Específico a actos de justicia hacia el prójimo, cuál de estas tendrá el efecto más profundo, cual será más trascendente.
  • Criterio de proximidad: Evitar el mal y promover el bien de los más próximos.  Establecer prioridades en cuanto a la cercanía para justificar de alguna manera el orden de las acciones.
En este momento me golpeo un pensamiento, algo que me alejo totalmente del foco de la clase, he hizo divagar mi mente hacia un punto particular.  A pesar de, y probablemente debido a, la posible primera impresión que causo en la mayoría, he hecho una especie de misión particular –por exagerado que suene– el ayudar a las personas cercanas a mí.  En su mayoría largas pláticas que incluyen, entre otros, consejos, regaños, consuelos y demás.  En otros casos por medio de acciones (y en otros pocos, omisiones) o simplemente un gesto en el momento adecuado; nunca he tenido la dificultad de ayudar a alguien que aprecio en un momento determinado, toda vez lo vea como algo de beneficio para la otra persona.

Considerando lo anterior, en mi mente el criterio de extensión y el de incidencia parecían estar en orden, sin ningún problema en particular.  Fue al llegar al criterio de proximidad donde entre en shock –nótese el uso liberal de tan dramática expresión–, algo me hizo ver que en el criterio de proximidad falle. Se podría argüir que sí, he ayudado a mis amigos más cercanos, a mi familia (en la medida de lo posible) y a personas de mi aprecio personal antes que ayudar a un desconocido; mi fallo radica en algo todavía más adentro, alguien al que rara vez ayudo, alguien al que, aunque usted no lo crea, he saboteado una y otra vez sin una razón aparente.  ¿Quién es ese alguien?: Yo.

En mi, consciente o inconsciente, empuje por ayudar a los que están cerca de mí, por evitarles el mal o consolarlos después de un encuentro funesto contra él, siempre he dejado algo por un lado –debería decir alguien, y no algo–, ya que de alguna manera justifico que el ayudar a otros tiene mayor precedencia que lidiar con mis propios demonios, demonios que de alguna manera he permitido crecer dentro de mí con un “lo atiendo un instante, permanezca en línea, por favor.”, pero que al final explotan, se liberan y hacen con mi fuero interno lo que han les plazca, todo lo acumulado durante el tiempo que olvide que existe un Yo en todo este asunto.

A pesar de estar consciente de ese pequeño detalle respecto a mi actuar, todavía hallo difícil el justificar ponerme a mí sobre las necesidades y preocupaciones de otros, después de todo nunca he conocido otra forma de actuar; es posible implicar que parte de las razones por las que no veo necesario el cambio es, considerando el criterio de extensión, creo hacer mayor bien al ayudar a otros que el intentar"ayudarme" a mi mismo.

Dicho sea de paso, en realidad este escrito lo hago solo para plasmar mis ideas en algo más tangible y durable que lo que mi memoria pueda proporcionar, por lo que una aseveración tan dura como la anterior podrá parecer, al alguien ajeno a mi persona, como algo exagerado, mas sin embargo esta idea no impidió mi deseo de extender mi debate interno hacia algo mas real, mas visceral.  Si a pesar de todo lo anterior llegaste a este punto, te agradezco la molestia que te has tomado de leer mi monologo, un monologo sobre algo tan espontaneo y aleatorio como este.

11 oct 2010

¿Que es esto?

Ideas y pensamientos de alguien que nunca tuvo la facilidad de expresarse. Una especie de terapia: el escribir para plasmar, el escribir para analizar, el escribir para liberar.

Desde cosas tristes hasta ideas random; aqui todo es permitido.