26 nov 2010

El problema que no se aprecia claro, nada claro.

Aceptar el problema, como el primer paso de la solución, se me antoja harto difícil. Sin embargo, no hay otra forma de tacklear el asunto.

Dicho eso, ¿que hacer cuando no estas seguro de cual es el problema? Es decir, sabes que existe, porque lo sentís, pero no te terminan de convencer las mil y una alternativas que tu cabeza crea para llenar ese requisito. Y es allí cuando se complica todo.

Una de dos: O lo dejas ir -eventualmente se te olvidara- (esencialmente ignorando el problema) o seguís buscando el origen hasta encontrarlo y lidias con él hasta que lo superes. ¿qué hacer? ¿huir por la ruta fácil o complicarte la existencia? En mi caso, conociéndome...

...otras mil razones no suenan a tantas, al menos no a estas alturas. jajajajajaja
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