2 oct 2012

Conversaciones de oficina.

Debido a la transición que estoy haciendo entre el turno de día y el de noche en mi trabajo, estos pasados días me he encontrado con bastante tiempo disponible frente a la computadora de la oficina y, por ende, a mi teléfono celular.

El día de hoy, sin planearlo, una amiga de la oficina y yo decidimos convertir una conversación sin mayor rumbo en un fragmento de prosa ambientada en el medioevo: una conversación y una promesa entre un caballero y su dama.  La conversación fue algo así:

— Ana: tu puro sarcasmo nombre ya vas
— Yo: En serio! Difícil de creer, lo se.
— Ana: nunk me lo imagine de ti
— Yo: Siento haberte decepcionado. =(
— Ana: me acabas de romper el corazoncito en muhos pedacitos no mas decepciones x favor :´(
— Yo: Nooooo, no me gusta romperte el corazón. Oh cruel individuo que soy! =(
— Ana: tarde ya muchas lagrimas derramadas
  tu individuo cruel :´(
— Yo: Como osé yo hacer llorar a tan bella dama, castigo divino he de tener en mi faz por tal afrenta!
— Ana: castigo divino, oh mi noble caballero, no cree ud, que es mucho mal el q ud esta pidiendo x tan inocenten falta, pues yo se que no ha sido su deseo
— Yo: Oh acaso es monumental la misericordia que sua labios profesan sobre mi ser, bella dama, pues me considera digno de un castigo menor como recompensa de una injuria tan grave y penosa como la de derramar lágrimas sobre su hermoso rostro.
— Ana: creame buen caballero, que ya es suficiente castigo, el pesar que ud siente, como para que yo le desee mal alguno
— Yo: Que los trovadores y bardos de esta tierra todos canten a los cuatro vientos su magnanimidad y elocuencia, bella dama; pues este noble caballero jura de forma perenne defender su honor y existencia frente a cualquier afrenta u ofensa que ose embestir en su contra. Pues a partir de esta noche y hasta el fin de los días este caballero os jura su lealtad.
— Ana: oh caballero, por su gran nobleza, he de nombrarlo Sir Cristian
— Yo: *coloca la rodilla en tierra e inclina la cabeza* 
— Ana: el pueblo aplaude con regocijo y felicidad, oh sea grande sir Cristian, exclaman!!
—  Yo: ~Fin~

En retrospectiva, me pregunto porque decidimos convertir el asunto en todo esto y, ahora que lo leo, me parece tan particular y tan extraño. =P
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