12 oct 2010

¿Simple ignorancia o completa ineptitud de nuestras autoridades?

En medio del fervor que generan las fiestas patrias (o la apatía y burla por parte de otros tantos) se genera una noticia un tanto –debería decir bastante–  desagradable lleno los titulares electrónicos de las distintas redes de noticias a nivel nacional informaron de un altercado en un concurrido centro comercial de la zona 11 capitalina (Tikal Futura).  Como era de esperarse, los detalles eran escasos, mas allá de lo que testigos en la escena podían describir dentro de su frenesí por escapar del lugar.

En el transcurso de la situación, reporteros de distintos noticieros (con sus respectivas cámaras) transmitían en vivo la extracción de ciudadanos que se encontraban dentro del C.C., al mismo tiempo compartiendo información de la posible cantidad de heridos, de la posible existencia de tiradores en la parte alta del edificio e incontables rumores trasladados a ellos por los poco fiables —debido a la situación, por supuesto— testigos que simplemente relataban lo que creían haber visto o escuchado.

Continúa entonces la incertidumbre de la situación, en la cual se vislumbra la posible fuente del enfrentamiento: Crimen organizado relacionado con drogas.  Se cuestiona a las autoridades acerca del asunto, dando Carlos Menocal, ministro de gobernación, declaraciones que aclaran el panorama detrás de tan impactante incidente.

El origen fue, increíblemente, una operación montada por esta entidad en la que pretendían aprehender a un supuesto narcotraficante requerido por la justicia extrajera.  Fuentes indicaban que este se hospedaba en el hotel adyacente al mencionado C.C. y que, cuando las fuerzas de seguridad se acercaban para ejecutar la captura, fueron repelidos por su cuerpo de seguridad, dando inicio a la situación en cuestión.

Esto coloca una seria cuestión dentro de mi cabeza, y aunque la respuesta parece ser clara como el agua, prefiero extenderme un tanto en la situación. Si esta operación estaba basada en información previa acerca de la ubicación y acciones del supuesto narcotraficante, ¿es acaso mucho pedir que nuestras autoridades utilizaran un poco de SENTIDO COMUN en la realización de dichas acciones?
Nos encontramos en medio de un asueto nacional, momento en donde las personas aprovechan el realizar actividades de ocio, incluidas entre estas el “salir a pasea”, visitar familiares o simplemente descansar; ¿es acaso difícil de suponer, entonces, que el flujo de personas en una área tan solicitada y publica como un centro comercial, iba a aumentar durante un día de asueto?

Dejemos por un lado el completo fracaso de la operación —porque déjenme aclararles que al final no logran el objetivo de capturar al narco— sino que sobre todo pusieron en GRAVE RIESGO la vida de cientos… de miles de personas que se encontraban alrededor del lugar.
Es simple, es simple y muy sencillo, no hay excusa para la total ineptitud que se presentan en los cargos que, en un caso ideal, están encargados de mantener la seguridad en el interior del país.  Es triste ver como las altas autoridades presentan una total despreocupación de los mismos ciudadanos a los que juraron defender.

No, no existe excusa para lo sucedido, no se puede argumentar ignorancia, no se puede argumentar que todo factor involucrado en la operación se tenía contemplado.  De ser esto cierto no existirían daños colaterales a transeúntes que solo tuvieron la mala suerte de encontrarse en el lugar equivocado a la hora equivocada.
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